Con la serie de los canapés, Pedro Uhart se lanza a la pintura de género, con una mirada muy íntima. El tono es el del coqueteo pero late la sátira realista de la picaresca española.
El sofá – cuyo color, rojo, rosa o azul cobalto, está relacionado con la fiebre de sus ocupantes- plantea el decorado de Cúpido.
Aquí tienen lugar el prólogo, la cristalización y el epílogo del amor.
Estas pinturas recuerdan la estética de los dibujos animados, pero Pedro Uhart los pone en escena como obras de teatro en cuyo reparto se esmeró, en “Le “Canapé Orange”, “Le Canapé de la Rubia” o “Madame Récamier”, sus personajes de comedia nos encantan por su actuación sutil y colorida.
Julian Cairol
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